VILLA AMSELLEM

Adaptados a una nueva vida

Maurice Amsellem llegó a Denia con su mujer en 2013 desde Francia, cuando ya su vida laboral había finalizado y buscaban un rincón donde disfrutar de una buena vida. Compraron una vivienda a las faldas del Montgó, muy cerca de la Ermita de Sant Joan, y contactaron con nosotros para poder afrontar el reto de convertir una vivienda en muy mal estado en una vivienda funcional y con su propio estilo. 

La reforma consistía principalmente en un lavado de cara, sin afección a la estructura existente y manteniendo en la medida de lo posible el estilo que tenía la vivienda, pero actualizando y modernizando materialidad, instalaciones y acabados, y a su vez acometiendo las mejoras necesarias en confort y habitabilidad.  

Rápidamente nos pusimos manos a la obra, y ayudando a Maurice a gestionar toda la gestión necesaria para una obra de esta índole, pues era extranjero y no sabía qué trámites debían realizarse. 

Se propuso que la planta superior, con acceso mediante escalera exterior, fuera para invitados, mientras que toda la vivienda en planta baja fuera para los propietarios para evitar los cambios de nivel en su actividad diaria en la medida de lo posible.

Para aprovechar la piscina, en un nivel inferior debido a la pendiente de la parcela, se simplificó el espacio mediante materialidad, añadiendo únicamente el blanco de las paredes, y el gris del pavimento junto con el verde del césped natural. El resultado fue una paleta de colores que reflejan tranquilidad y armonía, ideal para descansar solos o en compañía de amigos y familiares.

Maurice y su mujer Lily siguen viviendo en Denia, años después, muy ilusionados con esta nueva etapa de su vida, y me siguen contando sus vivencias en su nueva casa los días que nos tomamos un café. Cada vez están más adaptados a su nueva vida. 

Gracias TRESGRADOS por vuestra disponibilidad, eficacia, complicidad (todo es fácil con vosotros), vuestras cualidades arquitectónicas, buenas ideas, la elección de los oficios, el monitoreo de las obras, respeto de los plazos... y la amistad que me nos queda al final del trabajo, que es para mí lo mejor que queda al final.

Maurice Amsellem. Propietario